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  • Si bien en Argentina la democracia

    2019-04-29

    Si bien en Argentina la democracia se alcanzó por el colapso de la dictadura, la guerra de Malvinas, la misma estaba planifi en las “Bases para la Intervención de las Fuerzas Armadas en el Proceso Nacional”. En este documento se indicaba que el proceso se desarrollaría mediante la ejecución de tres fases: Asunción del control, Reordenamiento institucional y Consolidación. Esta última fase consistía en la “transferencia progresiva lysophospholipid receptor equipos civiles de las responsabilidades ejecutivas de gobierno”, pero bajo el control, fiscalización y respaldo del proceso por las fuerzas armadas.
    LA DOCTRINA DE SEGURIDAD NACIONAL La elaboración de la dsn que asumieron las dictaduras institucionales de las fuerzas armadas en Sudamérica, donde tuvo mayor desarrollo conceptual, se alimentó de tres elementos fundamentales: la doctrina geopolítica alemana (siglos xIx y xx), la doctrina de la guerra revolucionaria y las técnicas de contrainsurgencia francesa (1945-1962) y el concepto de “Estado de Seguridad Nacional” estructurado en Estados Unidos (desde 1947) junto a la política de John F. Kennedy y la Alianza para el Progreso, cuyos programas de asistencia bilaterales, de asistencia militar como de asistencia cívica, fueron controlados por las fuerzas armadas correspondientes a cada Estado. Independientemente de sus expresiones nacionales, la misma tuvo cuatro características principales: una visión organicista de la sociedad y del Estado; el concepto de “enemigo interno” como patología que degenera el conjunto social; una perspectiva negativa de la política que hizo que se lleve a la misma a una mínima expresión, y la constitución de las fuerzas armadas como árbitros políticos garantes de los intereses nacionales. En síntesis, para garantizar la seguridad de la sociedad era imperativo el control militar del Estado, es decir la intervención de los militares como corporación, lo que permitió su constitución como fundamento ideológico de las dictaduras militares. La Doctrina de Seguridad Nacional es parte sustancial del pensamiento latinoamericano y surgió cuando las dificultades para desarrollar la segunda etapa de la industrialización sustitutiva de importaciones del modelo nacional-desarrollista, impulsado desde la cepaL, se hicieron evidentes en algunos países de la región. Según Francisco Leal Buitrago, el tipo ideal de la dsn se formuló y ejecutó en Brasil y Argentina. Brasil fue el primer país en crear un concepto sobre seguridad nacional en América Latina con una ley en 1935. Golbery do Couto e Silva fue el principal teórico de la dsn elaborada en los años cincuenta en la Escola Superior de Guerra y luego el director de la principal institución brasileña anticomunista y golpista: el Instituto de Pesquisas e Investigações Sociais (Ipes). En Geopolítica del Brasil, Do Couto e Silva creó el “cuadro conceptual de la Seguridad Nacional”. En Brasil se formaron agentes de inteligencia y represión en cursos que se iniciaron en 1959 y 1965. El golpe militar en Brasil del 31 de marzo de 1964, articulado entre otros por el mismo Do Couto e Silva, puso en práctica la dsn. Ésta se denominó Doctrina de Segurança e Desenvolvimento y tuvo como peculiaridad su política económica que contrastó con las medidas de ajuste estructural impulsadas por las dictaduras de Chile, Argentina y Uruguay. En Argentina el antecedente más destacable de la dsn se encuentra en 1948 con la aprobación de la Ley de Organización de la Nación para Tiempos de Guerra que autorizaba la participación de las fuerzas armadas en la represión interna. Le siguió la declaración del Estado de Guerra Interno (1952-1955) durante la segunda presidencia de Perón, bajo el cual hubo cientos de personas detenidas que sin juicio previo fueron lysophospholipid receptor puestas a Hybrid-arrested translation disposición del ejecutivo. El Plan conIntes o de Conmoción Interna del Estado, declarado por el presidente Arturo Frondizi en 1958 y puesto en ejecución en 1960 sobre el artículo 27 de la ley de 1948, recurrió a las fuerzas armadas en la represión de las huelgas y protestas obreras, de las movilizaciones estudiantiles y ciudadanas, en general, y de las acciones de sabotaje y guerrilleras de los grupos pertenecientes a la resistencia peronista, el “enemigo político interno” que ponía en peligro a la nación. Los aportes de la escuela francesa constituyen su núcleo central. La formación militar de argentinos por franceses data de 1955. En 1957 el coronel Carlos Rosas, egresado de la Escuela Francesa, asumió la subdirección de la Escuela Superior de Guerra y en 1959 se suscribieron una serie de convenios entre los ejércitos argentino y francés para la instalación de una misión militar francesa integrada por veteranos de Argelia. En 1962 el general Osiris Villegas, quien ocupó el puesto de subjefe del Estado Mayor del Ejército durante el gobierno de Arturo Illia y de secretario del Consejo Nacional de Seguridad (1968-1969) y embajador de Brasil (1969-1973) durante el gobierno de facto, publicó un trabajo teórico fundacional en relación con la problemática de la “guerra revolucionaria” denominado Guerra Revolucionaria Comunista. En el prólogo a la primera edición señalaba lo que entendía por “subversión”: “el desarme espiritual y material de la Nación […] la corrupción, el envilecimiento de la justicia, el derrumbe de la economía, la agudización del desorden social.” En este texto el autor explicó en qué consistía la guerra revolucionaria, sus orígenes, evolución y proceso, la nueva concepción de la guerra y sus éxitos alcanzados, entre otras cuestiones. En los últimos capítulos estudió la situación estratégica actual, al enemigo y sus modos de acción para finalmente dar cuenta de la lucha contrarrevolucionaria y de la nueva misión que competía a las fuerzas armadas a diferencia de la guerra clásica. Ese lenguaje se trasladó a la Cámara de Diputados en 1964 cuando se debatió la sanción de normativas que le dieran al Estado instrumentos legales para enfrentar ese nuevo tipo de amenaza denominada “guerra revolucionaria”.