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  • Pirfenidone I Boris Rosen J lomer nos informa

    2019-04-29

    I Boris Rosen Jélomer nos informa que Payno publicó El fistol del diablo por entregas durante los años 1845-1846 en la Revista Científica y Literaria de México, publicación que fue interrumpida durante la guerra con los Estados Unidos. En los primeros meses de 1848, Payno continuó la publicación de El fistol del diablo en el diario El Eco del Comercio, del cual Payno era director y editor (Payno 2000a: 9). En su investigación y lectura de las diferentes ediciones de El fistol del diablo, Aurelio de los Reyes señala que Pirfenidone partir de 1848 —es decir, durante la última etapa de la guerra contra los Estados Unidos— la escritura de El fistol del diablo perdió su coherencia interna (en particular, las historias de Teresa, Manuel y de Celeste), a consecuencia de estar “mezcladas con la política” (Payno 2000a: 15). Pese a su evidente interés a nivel de hipótesis, el plan original de Pay-no no tuvo por qué descarriarse como proyecto literario. Al contrario, el intento por parte de Payno de representar en su novela el desastre nacional ocurrido en la capital de México a partir de la ocupación norteamericana, indudablemente le obligó a reflexionar y conceptualizar su obra como novela histórica. De interés crítico, por lo tanto, no es la fidelidad de Payno hacia el plan original que supuestamente tuvo al escribir El fistol del diablo, sino el hecho de que se haya pasado toda una vida puliendo y ampliando su primera novela. Sabemos que en 1859-1860 Payno revisó de nuevo El fistol del diablo y la publicó en siete volúmenes, correspondiendo a la primera edición. Hubo una segunda edición en 1871 (cuatro volúmenes), seguida de la tercera y última edición en 1887 (dos volúmenes) publicada mientras Payno desempeñaba el cargo de cónsul de México en Santander, Barcelona y París. De acuerdo a Rosen Jélomer, la tercera edición tiene “cambios signifcativos”: De lo anterior nos interesan tres detalles: en primer lugar, cada edición de El fistol del diablo coincide con un evento o condición nacional de importancia histórica: la guerra contra los Estados Unidos (a partir de 1848, el núcleo principal de la novela); la Guerra de Reforma; la presidencia en crisis de Benito Juárez; y la extendida presidencia de Porfirio Díaz, con síntomas de una emergente dictadura en el país. No cabe duda que Payno llegó a pensar en su primera novela como una alegoría política para reflexión y entendimiento de sus lectores, entreteniéndolos e instruyéndolos a la vez en cuestiones relacionadas con divisiones internas, guerras y los trágicos resultados para la nación. En segundo lugar, la exclusión de capítulos y el cambio de orden y de enlaces en El fistol del diablo se debió a Morphogen una decisión del autor que afectó la conclusión de la novela, dando fin a la tercera y última edición con una promesa de Payno de que la novela tendría una secuela: “Entonces publicaré otro libro, tratando de satisfacer completamente la curiosidad de los amabilísimos suscriptores” (2000b: 655). Es de suponer que el libro que Payno tendría en mente era una novela sobre la Intervención Francesa, guerra que nunca trató en su narrativa. Debido a que Payno falleció sin tener tiempo para escribir tal libro, El fistol del diablo queda ante el lector como novela de dos conclusiones: la de 1848 y la de 1887. En tercer lugar, de las tres novelas publicadas bajo su nombre es evidente que la novela de mayor importancia para el autor fue El fistol del diablo, manteniéndolo ocupado en varias ediciones a lo largo de más de cuarenta años, con divergencias en el estilo, cambios en la secuencia narrativa y dos conclusiones, hecho en que importa subrayar el siguiente punto: en la obra de Payno, El hombre de la situación (1861) corresponde a una etapa estilísticamente anterior a El fistol del diablo (en su edición final de 1887), y relativamente distante en relación a Los bandidos de Río Frío, novela que Payno publicó tres años antes de fallecer. Es decir, entre los años 1886-1891 —tiempo en que está fuera del país como cónsul en ciudades de España y Francia— Payno reescribe El fistol del diablo, y luego escribe en su totalidad Los bandidos de Río Frío, novela que ha sido considerada como “el estudio costumbrista más amplio que existe en la literatura mexicana”. En 1892 Payno vuelve a México con varios proyectos literarios en mente, entre ellos sus Memorias. Con ánimo y entusiasmo envidiables, Payno no piensa en la muerte —la cual está próxima. Una lectura de El fistol del diablo en nuestras circunstancias históricas —por ejemplo, la guerra de ocupación de los Estados Unidos en Irak y Afganistán— no puede limitarse a cuestiones meramente literarias, ya que paralelos históricos de ocupación militar pueden ser fuentes de una mejor comprensión de novelas con una temática similar. Reunamos en seguida los rasgos fundamentales en la obra narrativa de Payno para mejor entender su lugar en la historia de la literatura mexicana.