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  • Rulfo emplea un s mil para

    2019-05-20

    Rulfo emplea un símil para describir la caída de Pedro Páramo, para crear el efecto de desmoronamiento del personaje. El lector o la lectora “oyen” la caída de ese cuerpo. Acompañado por una muerta, Damiana Cisneros, que en la posición de Caronte le invita al mundo de los muertos, Pedro Páramo se desmorona. La mención de las “piedras”, última palabra de la novela de Juan Rulfo, forma parte de una estructura comparativa claramente marcada por ese “como si”. Nada se dice en el texto acerca del lugar donde enterraron Natural Product Library Pedro Páramo, ni siquiera si llegaron a enterrarle. Solo una mujer que aparece en Cóbraselo caro explica que aunque hizo mucho daño y nadie lo quería, “nos dio muina verlo en ese estado y le dimos cristiana sepultura” (71–72). ¿Qué hacen ante esto élmer Mendoza y Nicolás Pureco? Convertir en literal la comparación del narrador de Pedro Páramo que, insistamos, ha tratado de moverse en un plano metafórico. Allí donde la novela de Rulfo dice “como si fuera un montón de piedras”, la de Mendoza lo interpreta literalmente: Pedro Páramo se ha convertido en piedras, sus huesos se han convertido en piedras. El efecto de la lectura de Pedro Páramo, su determinación performativa, su modelización y obsesión, llevan a una interpretación aberrante de las palabras del narrador de esa novela. Podría decirse, en un estilo demaniano, que “es posible hacer que dependan de una sola línea de texto dos lecturas enteramente coherentes y enteramente incompatibles entre sí” (Paul de Man: 25), a condición de entender que esa incompatibilidad no termina en sí misma como un callejón sin salida, sino que se origina en la modelización operada por esa novela. Nicolás Pureco interpreta literalmente el tropo del narrador de PP porque en su guerra con esta novela, su abdicación final y consiguiente fascinación le llevan a intentar buscar el cuerpo de Pedro Páramo. Nos lo confirma el narrador a través de Lily: “Hacía años que su esposo no era el mismo, desde que se obsesionó con la búsqueda del cuerpo de Pedro Páramo” (Mendoza 2005: 18). La crítica como sabotaje no niega el fenómeno de la indecidibilidad tal y como es sostenido por Paul de Man y Jacques Derrida, pero lo reubica poniéndolo por debajo del fenómeno de los modelos de mundo y de los efectos de modelización. ¿Qué significa que Nicolás Pureco se lance a Cytokinesis la búsqueda de un cuerpo que, según uno de los personajes de Cc, fue enterrado hace 80 años? Significa que busca sus huesos, o lo que es lo mismo, las piedras en las que se ha convertido: “En el camino le explicó lo de sus padres, que debía darse prisa con las piedras que le faltaban” (19). Este va a ser el hilo conductor de todos los movimientos de Nicolás. De hecho, hay un momento en que este personaje confiesa a su mujer sus intenciones y cita, además, las palabras finales de PP: Esta cita del final de PP no se lee en voz alta solo con la finalidad de centrar el objeto de su búsqueda, sino para contrastarlo con el punto de vista científico de Lily. ¿Acaso los muertos no se convierten final-mente en polvo? Según la ciencia, los huesos tardan entre 40 y 50 años en deshidratarse, hacerse quebradizos y disolverse. Por supuesto depen-de del medio, del Ph o de la acidez (Gordon y Shapiro 1982). De ahí que Lily trate de exponer, aunque sea de forma popular, el punto de vista científico con la finalidad de disuadir a su marido de su interés por encontrar el cuerpo y las piedras de Pedro Páramo. Sin embargo, Nicolás opone al punto de vista científico (al modelo de mundo gobernado por el significado trascendental de la ciencia), el punto de vista mitológico (el modelo de mundo guiado por una religiosidad y unas creencias pre-hispánicas). En el modelo de mundo de PP los muertos hablan con los vivos, y el pasado se entrevera con el presente, y los símbolos (de la tierra, del viento, de las piedras, etc.) abundan tal y como puso de relieve el trabajo de Nicolás Emilio Álvarez (1983). Puesto que Nicolás Pureco, que tenía en Chicago “tres restaurantes acreditados de comida mexicana […] siete millones de dólares [que le había ganado en una demanda] a una empresa refresquera” y dinero invertido en bienes raíces (Mendoza 2005: 31), se ha visto modelizado por su insistente lectura de Pedro Páramo, el motor de sus actos ha pasado del sistema de valor al sistema mitológico. Y de ese sistema mitológico prehispánico se ha visto afectado especialmente por una de sus dimensiones: la equivalencia entre los huesos de los muertos y las piedras.